Tener un perro mejora tu salud emocional y física
Adoptar un perro solo trae beneficios a sus propietarios. Hay quienes aseguran que, más que un acto altruista, decidir cuidar a estos caninos es un acto de egoísmo, dada las inmensas ventajas que vienen incluidas. También para nuestra salud.
El calificativo de “Mejor Amigo del Hombre” lo tienen bien merecido. El simple hecho de contar con la compañía de un can, ya es ganancia.
Beneficios en todos los ámbitos, también en la salud
Las ventajas que proporcionan los perros a nuestra vida y nuestra salud son numerosas y variadas. A continuación, repasaremos algunas:
Reducción del estrés y la presión cardiaca
Cuando interactuamos con nuestra mascota a través de caricias o juegos, o a través de acciones simples como sacarlos de paseo, reduce nuestros niveles de estrés y disminuye la presión cardiaca. Al mismo tiempo aumenta la sensación de bienestar.
La lucha contra la soledad
Cuando se necesita hablar con alguien, ningún ser viviente escuchará con más atención y paciencia que un perro.
Los perros disminuyen los sentimientos de soledad y funcionan como antídoto frente a la depresión. Contar con la compañía de un can alivia la sensación de soledad que pueden llegar a sentir aquellas personas que, por las razones que fuere, viven solas. Para quienes sufren de cuadros depresivos, la responsabilidad que implica cuidar a una mascota es una razón más para levantarse y seguir.
La autoestima personal
Algunos estudios adelantados por las Universidades de Miami y San Luis, concluyeron que las personas con perros progresivamente aumentan sus niveles de confianza y seguridad en sí mismos.
Más actividad física
Muchas las personas tienen como propósito adoptar una rutina de ejercicios diaria. Sin embargo, por razones varias (desde cansancio físico real, disponibilidad de tiempo reducida y hasta falta de fuerza de voluntad), muchas veces los planes no se concretan.
Desde el momento en que se decide adoptar un can, salir a caminar en las mañanas y al final del día, deja de ser opcional. Los perros, como seres vivos, tienen necesidades fisiológicas que cumplir. Además, al igual que sus amos, necesitan actividad física diaria, para gozar de buena salud, tanto física como mental.
Una mejora en la vida social
Las personas con perros suelen ser muy populares entre sus amigos y vecinos. Proyectan seguridad, responsabilidad, bienestar y salud. Son varias las películas y series de TV que muestran como un “cliché” las relaciones amorosas que empezaron con una conversación en un parque.
Cliché o no, cierto es que salir de paseo junto a un perro abre un abanico de posibilidades para entablar nuevas relaciones. Además, entre personas con intereses afines.
Personas mayores
Para los más mayores de la familia, cuidar a la mascota puede convertirse en una responsabilidad muy útil, algo que hacer cada día.
Ayudan a una rápida recuperación
Varios estudios lo han demostrado. Las personas con perros que sufren infartos o se someten a intervenciones quirúrgicas, se recuperan más rápido.
Un elemento de unión familiar
Tener que cuidar al integrante cuadrúpedo del núcleo familiar, siempre será una buena razón para que los “humanos de la manada” interactúen más entre ellos. Además, los perros suelen propiciar ambientes más distendidos y relajados. Aunque las travesuras de los canes puedan exacerbar los ánimos, con el tiempo todos suelen reírse de las locuras del animal.
Los perros y los niños
Los beneficios que proporcionan los perros a las familias con niños pequeños (incluso bebés) también son tangibles.
Vamos más allá de lo anterior. Veamos las ventajas que ofrecen a los pequeños de la casa. El convivir con un “hermano” canino favorece:
Fortalecimiento de su sistema inmunológico. Los tiempos en que los pediatras veían con malos ojos la presencia de mascotas en casas con niños pequeños, están quedando definitivamente en el pasado.
Una investigación publicada en el Journal Of The American Medical Association, determinó que los infantes que crecen acompañados por mascotas, sufren de hasta 50% menos de alergias. La razón es simple. Las bacterias que acompañan a los animales ayudan a fortalecer todo el sistema inmunológico.
Ofrecen formación complementaria. Los niños desarrollan, a medida que cuidan a los perros, sentido de responsabilidad, amistad, amor y lealtad. Al mismo tiempo, sirven como herramientas en tareas pedagógicas específicas. Es decir, superar el temor a hablar en público o mejorar la lectura en voz alta.