viernes, 16 de junio de 2017

Cómo tratar las heridas de tu perro


En el curso de sus vidas, los perros son propensos a sufrir una lesión de vez en cuando. Su mascota puede correr por una rama o rozar contra un objeto afilado. Su perro puede incluso meterse en una pelea ocasional y terminar con una herida que requiere atención.

Saber qué hacer cuando su cachorro ha sufrido algún daño puede reducir su dolor (“y su preocupación”) y promover la recuperación rápida.

Las heridas se clasifican en dos categorías principales: superficiales y profundas: Heridas superficiales implican sólo la piel; heridas profundas penetran en los músculos y otros tejidos por debajo de la piel.

Para tratar una herida superficial:

Lávese bien las manos.

Use toallas de algodón y jabón líquido antibacteriano suave para limpiar bien la herida.

Enjuague la herida con agua de salina estéril.

Aplicar medicación antibacteriano a la herida.

Cubra la herida con una gasa, envuelva con un vendaje, cubra con una venda cohesiva (pero no muy fuerte que se corta la circulación).

Periódicamente mirar u observar los dedos del pie de su perro.

Si se hinchan o están frío al tacto, retirar el vendaje y volver a aplicar después de que la inflamación haya disminuido.

Si la herida es pequeña y limpia, puede utilizar esparadrapo para pegar los extremos de la herida. “Funciona casi igual que los puntos de sutura”, mientras que llegas al veterinario. Los cortes que pueden requerir puntos de sutura deben ser examinados por un veterinario inmediatamente. Si un corte está más de seis horas sin sutura, no se debe suturar cerrado porque es casi seguro que está infectado. Si se sutura la herida cerrada lo que haría sería atrapar las bacterias de la infección dentro de la herida, dando como resultado la infección y el aumento de la cicatrización.

Un corte mayor debe ser limpiado a fondo y se deja cicatrizar gradualmente a medida que la herida está abierta. Si la herida es grande, puede ser parcialmente suturada y deje un drenaje para ayudar a escapar infección.

Para tratar una herida profunda:

Detener la hemorragia aplicando presión.

Cuando el sangrado se haya detenido, vendar la herida y buscar el tratamiento veterinario inmediato.

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