El primer perro vivió hace 31.700 años
El hombre debió esperar hasta el Neolítico para aprender a domesticar animales, entre ellos, el que finalmente terminaría siendo su mejor y más fiel amigo por el resto de sus días: el perro, la especie domesticada más célebre de toda la historia. El pariente más cercano de los lobos de mayor antigüedad que se conocía hasta hace muy poco, databa de 17.700 años aproximadamente, siendo esta la fecha de datación del primer perro conocido, pero ahora la sabemos un poco más sobre nuestros queridos canes. El descubrimiento del perro más antiguo de la historia Todo fue posible gracias a un reciente descubrimiento paleontológico que ha cambiado el panorama, empujando la fecha de aparición de los primeros perros a casi el doble de años que la conocida hasta hoy, pues se trata de un perro que vivió hace 31.700 años, el primer perro. Conozcamos un poco sobre este hallazgo. Parémonos en el contexto y detengámonos en plena era Auriñaciense, situados en las primeras manifestaciones del Paleolítico Superior, a más o menos ocho mil años de la extinción de los neandertales.
En las asombrosas conexiones subterráneas de la oscura Cueva Goyet, en las regiones centrales del territorio belga, un equipo de paleontólogos del Instituto Real Belga de Ciencias Naturales encontraron los restos de este curioso perro, el cual aporta datos claves respecto al desarrollo de este animal. El hallazgo ocurrió mientras analizaban 117 cráneos de perro que se habían encontrado allí, en Ucrania y en Rusia, para una investigación acerca de la domesticación canina. El perro de 31.700 años era muy similar a un husky siberiano.
Por su forma y sus características anatómicas, los científicos llegaron a la conclusión de que el perro del paleolítico se parecería al husky siberiano que conocemos hoy en día. No obstante, su tamaño era mucho mayor, más bien similar al del gran danés, y su dieta consistía en carne de buey y caballo, estando ausente la ingesta de pescados y otros alimentos del mar. El descubrimiento resulta sustancial para la investigación que los científicos venían desarrollando, muy curioso e interesante para todos los que amamos a estos animales y claro, además está la tentativa de imaginar cuál era la relación del hombre paleolítico con este animal, hecho que impulsa a indagar si su coexistencia dejaba entrever algún atisbo de domesticación. Las interrogantes son muchas y casi todas continúan abiertas, pero bueno, por lo menos tenemos una imagen del cráneo del primer perro, la cual pudiste apreciar anteriormente.
(El perro del paleolítico era semejante al de raza husky siberiano que conocemos hoy).
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