martes, 19 de julio de 2016

Un espacio acogedor


La decisión de tener en casa un gato, perro, tortuga o ave -entre las mascotas más comunes- implica acondicionar previamente un lugar para que estén cómodos y se desarrollen de forma apropiada. 

Una referencia confiable son los amigos y familiares que ya tienen mascotas. Ellos pueden indicar al interesado de qué manera han dispuesto en su hogar un espacio para que la mascota esté libre, tranquila, pueda jugar y alimentarse sin problemas.   

Debe ser un rincón especial, bien iluminado de día y que por la anoche brinde privacidad. Debe estar bien ventilado, pero que por las noches sea cálido. El mantenimiento es responsabilidad del dueño; debe asearlo periódicamente y retirar a diario las heces y desechos de comida. 

Una vez que ha seleccionado el lugar, puede llevar la mascota a casa. Independientemente de la especie, recuerde llevarla a ese espacio desde el primer día para que se habitúe.  

En materia de obediencia, los perros son más dóciles para acatar las órdenes de su amo y permanecer en su sitio. Normalmente, desde cachorros aprenden un comportamiento aceptable.

Los gatos, por su parte, pueden ser caprichosos y rebeldes. Ellos suelen elegir donde quieren o les gusta más estar. No obstante, con mucha paciencia, es posible mantenerlos bajo control y hacer que respeten la decisión previamente tomada por su amo.

Si el gato insiste en no permanecer en el lugar seleccionado, no quedará más opción que mudarlo al rincón donde se sienta mejor y esté más tranquilo.  

El amo siempre tendrá opciones sobre donde mantener a sus animales de compañía. La higiene es vital para su bienestar y salud. Se debe mantener libre de heces y de orina. Los cuencos del agua y la comida se deben lavar periódicamente para evitar que se le adhieran residuos y ello pueda generar algún problema de salud a las mascotas. 

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