miércoles, 22 de febrero de 2017

Bebes y gatos

Recomendaciones para una convivencia sana y feliz


¿Compartes tu vida con un gato y vas a tener un hijo? ¿Tienes dudas sobre cómo va a ser la convivencia entre tu felino y tu bebé? ¿Te preguntas si tu hijo estará en riesgo o si a tu gato le va a afectar el cambio?
Como el tema siempre genera dudas, te ofrecemos este breve resumen con las recomendaciones más importantes para que este gran cambio en tu vida y en la de tu felino sea una experiencia totalmente positiva para todos:

-No lo dejes todo para el último día: los gatos son animales de costumbres, si vas a cambiar su comedero o su arenero de lugar, hazlo mucho antes de la llegada del bebé. Si tus horarios van a ser muy diferentes, intenta anticiparte y, si existe un lugar de la casa donde el gato en un futuro no pueda dormir o investigar, procura que lo deje de hacer unos meses antes del nacimiento.
-Preséntalos de forma progresiva: empieza dejando que el gato huela la ropita del bebé, que conozca su cuna y sus cosas personales. Que se familiarice con su olor. Después acércale con cuidado y observa cómo reacciona. Si se asusta y se esconde, no le obligues, sé paciente e inténtalo de nuevo cuando lo veas más relajado.
-No les dejes nunca solos: aunque tu gato sea un buenazo, la conducta de los bebés les puede resultar extraña e incluso amenazante (sus movimientos y ruidos son muy diferentes a lo que están acostumbrados) y puede asustarse reaccionando de forma inesperada.
-Corta las uñas de tu gato frecuentemente: así evitarás arañazos accidentales.
-Sé muy estricto en la desparasitación interna de tu felino: consulta con tu veterinario la frecuencia recomendada cuando hay bebés en casa.
-Aplica a tu gato un antiparasitario externo todos los meses: recuerda que las pulgas pueden transmitir enfermedades a tu gato que pueden ser zoonóticas, además de que también pueden picar a las personas. Por ello, es muy importante que tu gato esté siempre libre de pulgas.
-Mantén su arenero limpio: cuando los peques de casa van creciendo, su curiosidad no tiene límites y son capaces de meterse en la boca cualquier cosa que encuentren.
-Deja un rincón “seguro” para tu felino: un sitio elevado donde pueda esconderse de los llantos del bebé y estar tranquilo y relajado con esta nueva compañía en su mismo territorio.
-No apartes a tu gato de tu vida: Trata de dedicar un poco de tu tiempo a tu felino todos los días. Si la llegada del bebé significa que le apartas de tu vida, es posible que lo asocie a algo negativo.

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